Este pasado fin de semana hemos disfrutado de lo lindo con una nueva edición de la Desert Adventure organizada por @Sector Trail de Almeria, ahora eso sí con un final inesperado.
Se habían desarrollado ya dos de las tres etapas de la prueba y cuando discurrían unos 55 kilómetros de la última etapa en la mañana del domingo cual fue la sorpresa que nos encontramos. En la entrada de un camino un señor bastante irritado con escopeta en mano nos decía que no nos atreviéramos a pasar, que se trataba de un camino privado y que no podíamos seguir adelante con la prueba. Al principio pensamos que se trataba de una broma digna de un Western típico almeriense, pero el mal humor del señor nos hizo entender que debíamos parar las motos de inmediato.
La verdad es que el suceso fue breve gracias a que la organización actuó rápidamente y en poco tiempo se personó la Guardia Civil solucionando el problema ya que todos los permisos estaban correctos y podíamos seguir la marcha.
Por unos momentos la incompatibilidad de las motos de campo y la Guardia Civil del Seprona se rompía y como si de un espejismo se tratase nos daban paso de entrada al carril uno detrás de otro.
En cuanto a lo que es la prueba propiamente dicha, fue de diez. La experiencia de rodar por campo navegando con roadbook fue genial, y la verdad que el recorrido de las tres etapas fue espectacular. Ramblas muchas ramblas, pero también pistas, pequeñas trialeras, zonas técnicas, cortafuegos y casi tiros.
Destacar el compañerismo en general de todos los participantes y en concreto el de un motero de pro que no pudo salir el domingo y compartió su deposito de gasolina con los que no repostaron en la última gasolinera, entre ellos yo, y que probablemente gracias a él pudimos hacer el tramo hasta la siguiente gasolinera.
La sensación de libertad que te da saber que, aunque hay casi doscientas motos rodando por los mismos caminos que tú, vas kilómetros y kilómetros tú solo navegando con tu roadbook y te encuentras con vistas tan impresionantes como las que te da la Sierra de Gador cuando la coronas y ves la mezcla del mar de plástico con nuestro mar Mediterráneo y no eres casi capaz de distinguir uno de otro.
La noche en el camping fue divertida con concierto incluido, la comida del sábado en Macael estuvo acompañada por las fiestas del pueblo donde celebran que las canteras de mármol pasaran a manos del pueblo y junto con la entrega de medallas tres grandes paellas regadas con litros de cerveza para saciar la sed que nos dio el polvo, que por la época del año y la zona también lo hubo.
Recuerda Life Is Good y ConDosRuedas más.
By Carlitos ! Ride Blogger
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